sábado, 10 de agosto de 2013

Baklava

                                                                                    ¡Hola Cocinillas!


¿Qué tal os está yendo agosto? Espero que la malloría de vosotros esté de vacaciones disfrutando del tiempo libre y sobre todo de la comida en buena compañía. La receta que os traigo hoy es un dulce árabe hecho con pasta filo y frutos secos. La primera vez que lo probé caí rendida a sus pies, es buenísimo y muy saciante, e ideal para acompañarlo con un café o un buen té con leche y canela.







INGREDIENTES:
  • 100 gr nueces.
  • 100 gr almendras.
  • 100 gr cacahuetes sin sal.
  • 100 gr de chocolate puro.
  • 1 1/2 cucharada de azúcar.
  •  Algo menos de una cucharada de canela.
  • Pasta filo, unas 7 hojas.
  • Una nuez de mantequilla o margarina.
  • Un vaso de agua.
  • Un vaso de miel.
  • Las pieles de un limón y de una naranja.

PREPARACIÓN:

  • Picamos todos los frutos secos y el chocolate y los mezclamos con la canela y el azúcar.
  • En una fuente de horno, ponemos la primera hoja de pasta filo y la embadurnamos con la mantequilla derretida. Sobre esta hoja de pasta filo y esparcimos el relleno de frutos secos hasta cubrir toda la hoja. Volvemos a poner otra hoja de pasta filo, la volvemos a embadurnar con mantequilla y ponemos otra hoja encima para después agregar el relleno. Así sucesivamente hasta que se os acabe el relleno o la pasta filo. Eso sí, el dulce tiene que terminar con dos hojas de pasta filo por arriba. 
  • Si queréis podéis hacer unas marcas con un cuchillo para que luego os sea más sencillo cortar el dulce en trozos. Ahora lo metemos al horno previamente calentado a 190º durante media hora.
  • Para hacer el almíbar ponéis a calentar el agua, la miel y las pieles de naranja y limón durante unos 5 minutos. 
  • Una vez horneado el baklava cortadlo en trozos y verted el almíbar con cuidado de que empape todo el dulce por igual y lo dejáis reposar hasta el día siguiente.

Cómo veis no es nada complicado, solo un poco engorroso. Es muy importante que la pasta filo esté fría y húmeda porque si se seca se rompe. Para evitar esto podéis cubrirla con un paño húmedo. Como siempre, podéis variar los ingredientes en función de vuestros gustos, podéis utilizar pistachos, anacardos... El chocolate es un añadido mío, la receta original carece de él. Por cierto, a mí no me salió muy bonita porque cuando vertí el almíbar la capa de pasta filo de arriba se arrugó, pero mi padre dice que son como hojas en otoño así que ha rebautizado el dulce como tarta de otoño. También podéis acompañar este dulce de un helado o de un poco de crema, así se alivia un poco la sensación de densidad de este plato. En fin cocinillas, espero que os animéis y probéis un trocito de esta delicia árabe.



¡Buen provecho!

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